BLANCO
No vayas a recular
cada cual tiene un deber
nació el blanco pa’ mandar
y el negro pa’ obedecer.
Hoy tu verso me demuestra
que la décima ¡es tu cruz!
pues tienes muy poca luz
para ponerte a mi diestra.
Has subido a la palestra
para hinchar la yugular
sigue con el ulular
que tienes por repertorio
mas de tu propio velorio
no vayas a recular.
Te van a salir muy caras
tus ilusas pretensiones
con muchas lucubraciones
es poco lo que disparas.
En camisa de once varas
tú te has venido a meter
jamás podrás obtener
el mismo color del litio
cada cual tiene su sitio
cada cual tiene un deber.
Si usamos el cartabón
la talla no das moreno
arriba te sobra el freno
por faltarte un eslabón.
Vuelve hacia la plantación
el camino a desandar
no te vengas a agrandar
ni a querer cambiar la historia
grábatelo en la memoria
nació el blanco pa’ mandar.
Y tú para un desgobierno
ante mí te presentaste
mas lo que planificaste
se te quedó en el cuaderno.
Improvisando, el infierno
eso te puedo ofrecer
respetas mi parecer
o de aquí te desbarranco
para mandar está el blanco
y el negro pa’ obedecer.
NEGRO
Pa’l trabajo o la parranda
al negro se necesita,
cuando un blanco a mí me manda
me manda una señorita.
Repertorio tú mencionas
para hacer que me reprima
mas veo que en la tarima
cuando canto te emocionas.
Si la diestra condicionas
es por mera propaganda
pues cuando toca mi banda
me buscas pese al color
porque yo tengo sabor
pa’l trabajo o la parranda.
El sitio no es donde voy
sino donde esté parado
y si cuenta no te has dado
sobre la tarima estoy.
¡Tienes razón, negro soy!
y el color me facilita
decírtelo en tu carita
que mi raza es laboriosa
porque para toda cosa
al negro se necesita.
Antes yo me molestaba
al escuchar a un mandón
sabiendo que el remolón
no ataba ni desataba.
Hoy dejo que gaste baba
y siga oliendo a lavanda
mas la historia en que se agranda
porque cree valer mucho
me indica que es debilucho
cuando un blanco a mí me manda.
Hoy en día tu aspaviento
te delata ante la gente
¡por negro desobediente
estás viviendo un tormento!
¿Qué tal si yo me violento
y te rompo la boquita?
como vives de florcita
y aunque lo tomes a mal
con esas formas igual
me manda una señorita.
© 2005 Luis Bárcena Giménez
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