Charla con Marta Lechuga 5


YO


¿Cómo que un muñeco has visto?
¡respóndeme en un minuto!
¿te lo ha mostrado algún listo?
¿se lo has mirado a un bruto?


Una vez más tu capricho
y la ley que es tu palabra
mi buena fe descalabra
y la manda para el nicho.
Por todo lo que me has dicho
con los zapatos no insisto
¡ay, por los clavos de Cristo
pero qué vergüenza poca!
creí que solo eras boca
¿cómo que un muñeco has visto?


Yo soy un hombre normal
y la culpa es solo tuya
porque dándote cabuya
tú coges otro ramal.
Aunque tú me tratas mal
con tu charla algo disfruto
el “otras damas”, ¡refuto!
el “dicen”, ¡está demás!
lo que tú sabes no más
¡respóndeme en un minuto!


No hagas pasar tu vivencia
como las de otras personas
si del muñeco pregonas
con envidiable sapiencia.
Y dada tu confidencia
en preguntar no resisto
¡por mi madre, me enemisto
si no dices la verdad!
¿por pura casualidad
te lo ha mostrado algún listo?


He estado a tus expensas
y me dijiste de todo
ve buscando ahora el modo
de construir tus defensas.
¡Te absuelvo de tus ofensas
y de intrigarme te imputo!
contigo yo no disputo
un duelo de observadores
¿cara a cara y sin temores
se lo has mirado a un bruto?


MARTA


En el Cercado de Lima
¡quien no se caga, se orina!
allí vi una carabina
¡porque me dijo tu prima!


Con tanta interrogación
ya pareces policía
mejor sales a la vía
a poner moderación.
En la súper población
no hay nadie que te redima
allí el malevo te encima
te zamaquea y esquila
ya no hay vida tranquila
en el Cercado de Lima.


Está el que pasta consume
el que vende “muerte lenta”
el que una puerta violenta
y el tombo que nada asume.
Yo no sé de qué presume
la gente capitalina
cualquier lugar ¡en letrina!
lo convierten a su gusto
y además con un gran susto
¡quien no se caga, se orina!


En un día friolento
con tu primita salí
para comer choncholí
que es por demás suculento.
Caminando a paso lento
las dos doblamos la esquina
y afuera de la cantina
que se encuentra frente al templo
sin haber pedido ejemplo
allí vi una carabina.


Pues tras de un poste “amparado”
eso era lo que él creía
al tipo se le veía
el huevo descascarado.
El hombre es un descarado
en la pública tarima
como no es ser que reprima
sus deseos de orinar
yo giré para mirar
¡porque me dijo tu prima!

© 2005 Luis Bárcena Giménez
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