El alegre y la formal 1


ALEGRE


Cuando te busco, no estás,
cuando estás, no das la cara,
con esta actitud tan rara
¡me haces perder el compás!


En los últimos tres meses
encontrarte fue un milagro
con el resultado magro
de que te encontré dos veces.
Yo veo que no apareces
ni por la puerta de atrás
y tú, ¿por dónde andarás?
con frecuencia me pregunto
porque a ti, a las ocho en punto
cuando te busco, no estás.


A diario voy a tu clase
de “yo estoy pero no estoy”
y a diario cuenta me doy
de que tengo un nuevo impase.
Ya me conozco esta frase:
“me dijo que te avisara”
cualquier excusa te ampara
en tu proceder esquivo
y no sé por qué motivo
cuando estás, no das la cara.


En la puerta de tu quinta
me encuentran haciendo guardia
y hay muchachas de vanguardia
que se acercan por mi pinta.
Pa’ que tú me hagas la finta
alguien mete su cuchara
y si nadie te prepara
por cuenta propia tú aprendes
y confundirme pretendes
con esta actitud tan rara.


Es un engaño tremendo
que te quedes encerrada
tengo la corazonada
que de amor te estás muriendo.
Y yo que vengo corriendo
para amarte a todo gas,
si no sabes, tú me das
amor por correspondencia
y brillando por tu ausencia
¡me haces perder el compás!


FORMAL


Sigue marcando el compás
con la chica de la esquina
de amor no quiero propina
¡porque no soy una más!


¿Qué reclamas pretencioso?
¡si tú juegas a dos ases!
antes de que te propases
prefiero guardar reposo.
De ir a tu ritmo sabroso
demuestras que eres capaz
si el momento de solaz
otra contigo disfruta
ya que llevas la batuta
sigue marcando el compás.


Si yo te dejo plantado
es porque otra te entretiene
pa’ lo que no te conviene
no te das por enterado.
Cual demonio enamorado
te vi con esta retina
con militar disciplina
tú estás ¡y nadie me cuenta!
hasta las siete y cincuenta
con la chica de la esquina.


A morir de amor no voy
solo porque lo presientas
con mi ausencia tú escarmientas
pues la cara no te doy.
Habrás pensado que soy
cualquier hija de vecina
despéjate la neblina
que tienes en la cabeza
te lo digo con firmeza
de amor no quiero propina.


Tampoco quiero regalos
ni que los traigas volando
estos son puñales cuando
los sentimientos son malos.
¡Y yo no subo ni a palos
al tren de vida en que vas!
no importa que las demás
se te exhiban con descaro
con ellas no me comparo
¡porque no soy una más!

© 2005 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.