Benítez y Julio Argote 1


JULIO ARGOTE


No vociferes Benítez
ni te hagas el gallo ahora
¡a que tú no lo repites
delante de tu señora!


La batuta en el concierto
que es lo mismo que en tu casa
tú aseveras te acompasa
y me dejas boquiabierto.
Si lo que dices es cierto
¿a qué pruebas te remites?
pa’ que no te despepites
en defensa de tu causa
serénate, has una pausa,
no vociferes Benítez.


Nadie te hubo preguntado
si eras o no “saco largo”
y del buche sin embargo
sacas todo lo guardado.
Rápido te has fermentado
como la chicha de jora,
toma tu tiempo, demora
aún son horas matutinas
no hables mucho de gallinas
ni te hagas el gallo ahora.


Es tan grande tu elocuencia
que bien puedes sacar pecho
al darte de guapo has hecho
de la ficción una ciencia.
Si te escuché con paciencia
la palabra ¡no me quites!
ya que con ganas compites
y crees tener razón
te apuesto el mismo sermón
¡a que tú no lo repites!


Y puesto que el sambenito
de “chancado” no lo aguantas
qué te parece si cantas
en casa otro “valsecito”.
Vamos a tu hogar ¡papito!
con cervezas y tambora,
afina tu voz sonora
pues como soy exigente
quiero ver si eres valiente
¡delante de tu señora!


BENÍTEZ


“A mi mujer no le temo”
eso dices Julio Argote
ayer vi a ella en un bote
¡que te llevaba de remo!


¡Ora mismo! te compongo
un vals sobre tu falsía
con trino de Andalucía
y con percusión del Congo.
Si por ti en el fuego pongo
las manos ¡por Dios, me quemo!
y escucha que no blasfemo
pues sales de Balconcillo
a gritar allá en Surquillo
“a mi mujer no le temo”.


“Yo tengo cuerda pa’ rato
se lo dije en un velorio,
me replicó: ¡vejestorio!
¡si no me atajan, la mato!
Sabe bien quién es el gato
y quién es el pericote,
si se empala, ¡del cogote!
con una mano la agarro
y la revuelco en el barro”
eso dices Julio Argote.


Pero la “tapa del pomo”
viene a ser la otra persona
que si quiere, a la pelona
te la monta sobre el lomo.
Tu mujer sí sabe cómo
se trata a un monigote,
armada con un garrote
te decía: ¡rema flojo!
y gritándote a su antojo
ayer vi a ella en un bote.


Se propasa la serrana
y tú mismo le das pie
porque tú no sabes que
¡de un sopapo se la allana!
Fijo que cada catana
tú te la ganas ¡por memo!
no creo que Polifemo
tuviese la fuerza de ella
pues vi sin que le haga mella
¡que te llevaba de remo!

© 2007 Luis Bárcena Giménez
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