El mandón y la mandada


MANDÓN


¡Maritza, limpia el cordel
Maritza, tiende la ropa
Maritza, compra laurel
Maritza, sirve la sopa!


¡Maritza, si está la cancha
échale un poco de sal
y dime si este tamal
tiene chancho o tiene chancha!
¡Después de enchufar la plancha
pon en el baño papel!
¡ahora plancha este mantel
mi pantalón y los guantes
plánchalos bien pero antes
Maritza, limpia el cordel!


¡Maritza, pásame el diario
no, mejor esa revista,
de fiestas hazme una lista
usando aquel calendario!
¡Búscame en el diccionario
la palabra “quemarropa”!
¡y mientras bebo una copa
de vino, aquí en mi platea,
ve con Dios y en la azotea
Maritza, tiende la ropa!


¡Maritza, coge la cerda
que cayó de tu cepillo
y a mi reloj de bolsillo
dale un poco más de cuerda!
¡Para mañana recuerda
quiero de papa un pastel!
¡hasta que le salga miel
deja en el horno el camote
y en vez de comprar zapote
Maritza, compra laurel!


¡Maritza, a esta camisa
falta pegarle un botón
y dame otro pantalón
que este me pongo pa’ misa!
¡Pero mujer date prisa
me está esperando la tropa!
¡ven de proa, ven de popa
ven como te dé la gana
el tiempo está que me gana
Maritza, sirve la sopa!


MANDADA


¡Tiende, limpia, compra, lava!
¡atiende, plancha, cocina!
¡salta, detente, camina!
¡carajo! ¿yo soy tu esclava?


Tres errores cometí
al darte chance y confianza
y cuidar de tu semblanza
pa’ que me trates así.
A ti te va bien y a mí
la lumbalgia se me agrava,
pues disfrutando del cava
que tus neuronas taladra
sueltas tu perro que ladra:
¡tiende, limpia, compra, lava!


No tienes ningún reparo
en pedir pa’ masticar
y la plata he de estirar
porque todo está muy caro.
¡Una paila te preparo
para tu hambre canina!
una que está que se orina
y sufriendo un sofocón
mas me grita un maricón
¡atiende, plancha, cocina!


Me ves que estoy sudorosa
entre escoba y condimento
y gritas pa’ que al momento
además haga otra cosa.
Ya no parezco tu esposa
más parezco tu sobrina,
si a la tienda de la esquina
voy por algún comestible
oigo una voz insufrible
¡salta, detente, camina!


Yo solo sé de fatigas
de vida social no sé
pues desde que me casé
ya no veo a mis amigas.
Falta nomás que me digas
¡Maritza, una tumba excava!
hace tiempo que a la brava
quiero hacerte una pregunta
¿desde que el día despunta?
¡carajo! ¿yo soy tu esclava?


© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.