La joven y el veterano


EL VETERANO


Ven araña juvenil
a la mosca de mis ojos
ven a darme los gorgojos
que no te quitó el paujil.


Hoy nuevamente nos vemos
y siento mucha alegría
pues pienso que llegó el día
de que los dos nos juntemos.
Nuestra lengua utilicemos
ya que es veintitrés de abril
no esperes la edad senil
para llegar al casorio
no esperes y al dormitorio
ven araña juvenil.


Un año es tiempo bastante
para rogar y esperar
y todo por no cambiar
tu papel de comediante.
Cuando estás en mi delante
y te invaden los sonrojos
veo claros tus antojos
y siento tu palpitar
aunque quieres evitar
a la mosca de mis ojos.


Soy un buen observador
y miro tras tu desgano
que pese a que no es verano
tú también tienes calor.
¿Es preciso que mi amor
te lo demuestre de hinojos?
yo paso muchos tramojos
en este compás de espera
de tu negra cabellera
ven a darme los gorgojos.


Si tú crees que jugando
contigo estoy, te equivocas,
que entre pertenencias pocas
tengo un colchón nuevo y blando.
Conmigo sales ganando
puesto que soy muy viril
por este amor pastoril
es de ley que te repita
ven y dame la pepita
que no te quitó el paujil.


LA JOVEN


Abejorro veterano
camina con tus ciempiés
y hurga entre la fetidez
de tu merienda al gusano.


De tu esposa que es gentil
sus deslices son eternos
por eso tú tienes cuernos
y vives en un toril.
En cuanto a lo de viril
¿por qué presumes en vano?
mira que en un mano a mano
tú pierdes con las mujeres
porque a fin de cuentas eres
abejorro veterano.


Ahora te habla la observada
que para observar no es buena
cuando no vale la pena
la persona y su mirada.
De mí nunca tendrás nada
hoy día como después
y si con ganas te ves
por culpa del paladar
rápido hacia el muladar
camina con tus ciempiés.


Tú sales con el detalle
de ser una fiera en celo
y tu mujer pa’ consuelo
busca que otro la acaballe.
¿Por qué ofreces en la calle
cuando en casa hay escasez?
puesto que tú eres soez
y te gusta la lisura
vete al monte de basura
y hurga entre la fetidez.


En “listo” nadie te gana
me lo has dicho varias veces
y tienes lo que mereces
con una mujer jarana.
Si te es posible, mañana
sal de tu casa temprano
en ese pampón cercano
que otros suelen abonar
fijo que vas a encontrar
de tu merienda al gusano.


© 2007 Luis Bárcena Giménez
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