HOMBRE
No creo sea el remedio
¡que lo nuestro esté escondido!
mejor quitemos del medio
¡al zonzo de tu marido!
Hasta un lugar lejano
donde acude mucha gente
tenemos que ir diariamente
para a tu esposo burlar.
¿No te cansa soportar
de curiosos el asedio?
el no compartir el predio
urbano, que te ha comprado,
visto desde cualquier lado
no creo sea el remedio.
Este es un caso palpable
en que sin pedirle a Dios
cuando se enamoran dos
sucede lo inevitable.
El único responsable
si es que lo hay, es Cupido
un amor tan encendido
debe exhibirse normal
y me parece muy mal
¡que lo nuestro esté escondido!
Ya no soy un postulante
y en tu amor estoy graduado
pero vive un engañado
que me mantiene distante.
Ten presente amada amante
la indecisión causa tedio
tú saca bien el promedio
que ¡ya está bueno! de morbo
a tu gil que es un estorbo
mejor quitemos del medio.
Es nuestra oportunidad
para quedarnos con todo
y yo no veo otro modo
de tener felicidad.
Acepta la realidad
ya su ciclo se ha cumplido
a esta altura del partido
como no nos deja amar
lo correcto es despachar
¡al zonzo de tu marido!
MUJER
De común acuerdo Goyo
hay más trabajo que hacer
que vaya también al hoyo
¡la viva de tu mujer!
¡A mí! me vas a contar
lo que es sentirse frustrada
juguemos al todo o nada
si deseamos triunfar.
Aquí la cosa es actuar
y no sentarse en el poyo
puedes contar con mi apoyo
y ya que amor nos tenemos
lo que haya que hacer ¡haremos!
de común acuerdo Goyo.
Entiendo que te moleste
mi compañero cansino
mas continúa el camino
aunque caminar te cueste.
No te preocupes que este
se va para no volver
mira que nuestro deber
no terminará muy pronto
porque eliminado el tonto
hay más trabajo que hacer.
Sé que tu mujer te aburre
y te tiene en plan de guagua
y pa’ colmo, como el agua
de las manos se te escurre.
Y si nada se te ocurre
prepara harina de joyo
con el cuento del arroyo
sale, de hombres a la pesca
y puesto que es una fresca
que vaya también al hoyo.
Yo la he visto en el lugar
donde acudimos nosotros
no es con otro sino ¡otros!
que te suele reemplazar.
Como no sabes mandar
no te sabe obedecer
al lado de Lucifer
y porque siempre te miente
que vaya pa’ que escarmiente
¡la viva de tu mujer!
© 2007 Luis Bárcena Giménez
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