Pareja de perdonadores


PERDONADORA


¡No sé por qué te perdono,
yo misma estoy sorprendida!
¡Te entregas a la bebida
te entregas al abandono!


Ya no me llamas ¡tesoro!
ya no me llamas ¡lucero!
ya no me dices ¡te quiero!
ya no me dices ¡te adoro!
Por razones que yo ignoro
en todo has perdido el tono
debiera tener encono
por tu conducta insociable
y sin embargo yo amable
¡no sé por qué te perdono!


Si pregunto no se escucha
o es muy mala tu respuesta
indagar qué te molesta
es una continua lucha.
Fortuna tú tienes mucha
pues yo no soy atrevida
ante cada acometida
te trato con sutileza
de esta muestra de nobleza
¡yo misma estoy sorprendida!


Estoy lesa y estoy lasa
por tu eterna pesadumbre
se me está haciendo costumbre
ver a una sombra que pasa.
Da la impresión de que en casa
tú no tuvieses cabida
tú vives de amanecida
andando por cualquier parte
trasnochas, fumas y aparte
¡te entregas a la bebida!


A falta de Bacardí
de pisco, chicha y cerveza
tú cometes la torpeza
de brindar con chinchiví.
Con un compañero así
dime tú ¿cómo me entono?
cual un monarca sin trono
que ha perdido su corona
en la más inmunda lona
¡te entregas al abandono!


PERDONADOR


¡Te perdono y sé por qué
mas no te digo un sermón!
¡Te entregas a Juan José
y yo me llamo Ramón!


Estudié sicología
pero ¿de qué me sirvió?
que pa’ que me entienda yo
¡bastó tu filantropía!
Hasta ayer nomás decía
“solo sé que nada sé”.
habéis devuelto mi fe
con tu perdón ¡aleluya!
pero a diferencia tuya
¡te perdono y sé por qué!


Primero quiero aclarar
que para charlar contigo
de ese licor enemigo
¡nada he llegado a probar!
Hay que saber perdonar
al borracho y al pendón
puesto que con el perdón
debe retornar la calma
a ti te lo doy del alma
¡mas no te digo un sermón!


Hoy vengo pa’ compensarte
con lo poco que yo valgo
y también porque tengo algo
que deseo confesarte.
¿Acaso para entonarte
no te quitas el corsé?
a través del rodapié
mejor dicho, celosía,
veo que con alegría
¡te entregas a Juan José!


Tú me ves meditabundo
y no medito en venganza
quiero tenerte confianza
¡no la tengo y me confundo!
De mi persona en el mundo
se terminó la misión
porque en pleno revolcón
que te doy sobre el diván
tú gritas ¡qué rico Juan!
¡y yo me llamo Ramón!


© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.