Palique en el callejón 3


VECINA 5


De joven, tanda tras tanda
¡mi marido era un conejo!
hoy maduro y no tan viejo
¡actúa cual oso panda!


Ya que en plan de confesiones
estamos, yo no me corro
y hablaré del abejorro
que no cumple sus funciones.
Rival de las procesiones
paraba “cargando el anda”
yo atendía a su demanda
cuando acalorado estaba
y diariamente aguantaba
de joven, tanda tras tanda.


Y les juro por Mahoma
que apasionada y culeca
llegaba a la misma Meca
sujeta de una maroma.
Él pa’ subir a la loma
me hacía un breve cortejo
y qué tal acto reflejo
al verme desnuda ¡huy!
para berrinche del cuy
¡mi marido era un conejo!


Yo tuve muchos reveses
pero como este ¡ninguno!
el burlarme del “ayuno”
estoy pagando con creces.
Y puesto que hace diez meses
no tenemos un cotejo
le pregunto si es complejo
y no me responde ¡na!
me preocupa porque está
hoy maduro y no tan viejo.


Tiempo que al negro azabache
de mi blonda cabellera
no le hace el calavera
como antes un cambalache.
En mi dormitorio Apache
renuncio a cantar “Boranda”
yo me hago propaganda
tumbándome en su camino
y ante afrodisíaco chino
¡actúa cual oso panda!


VECINA 6


A mi marido por sapo
¡él dura con aguardiente!
le agarro bien la serpiente
¡hasta que lo dejo trapo!


¡Quererme ganar a mí
con semejante patraña
no vine de la montaña
para enmarañarme aquí!
A su antojo digo ¡sí!
y es antojo con guarapo
de mi memoria destapo
la más oportuna treta
y le hago una jugarreta
a mi marido por sapo.


Él premedita su lance
a solas pero chupando
me mira de vez en cuando
y va haciendo su balance.
Cuando por fin llega al trance
se pone muy impaciente
del dios Baco no es ferviente
devoto ¡y se da de tragos!
controlando sus estragos
¡él dura con aguardiente!


A su animal, un resorte
lo tensa y lo desafora
y yo pienso que es la hora
de que le componga el porte.
Le cae al bicho en el norte
una mano de poniente
y al estilo del oriente
del barrio de Bagazán
por ser un hijo de... Adán
le agarro bien la serpiente.


De Gibraltar el peñón
él mantiene en esta empresa
no sabe que una sorpresa
le va a dar el Marañón.
Yo sigo al pie del cañón
aunque de sudor me empapo
le pego un solo sopapo
pa’ quitarle el mal aliento
le aprieto la que les cuento
¡hasta que lo dejo trapo!

© 2007 Luis Bárcena Giménez
Share on Google Plus

0 comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por su comentario, se mostrará cuando sea aprobado.